Caminando tan sólo 300 metros se llega a la maravilla del Museo de Historia del Arte donde, en el primer piso, se ven 500 años de lo mejor creado por los artistas en el mundo. Se emocionarán con la obra más importante de Vermmer, La Lección de Arte, que el autor diera en garantía por un préstamo a su suegra, y que siglos después se disputaran Hitler y Goering. Si sale del museo hay que asegurarla en unos u$s 500 millones. Sirvió de inspiración a muchos, entre otros al genial Salvador Dalí. Con un recorrido perfecto, caminamos 10.000 metros de salas y nos encontramos con una Virgen de Rafael que cualquier museo tendría como obra principal. También con otras 10 obras fabulosas de Tiziano; tres Caravaggio que estremecen; los mejores Rubens que verán, incluidos dos grandes encargados por la Compañía de Jesús con San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier. Hay además, obras de su mejor discípulo, Antonio Van Dick, y fabulosos Memling, Durero; ocho obras de Velázquez; los mejores testimonios de Bernardo Belotto en Viena y Dresden. Y como si esto fuera poco, cuatro Archimboldo.